Intento
concienciarme de la magnitud de las cosas.
Las emociones se
desbordan, los sentimientos crecen y se extienden hacia esa línea inalcanzable;
el horizonte.
A diario me
concilio con la realidad, a pesar de la rebeldía que muestra una parte de mí.
Y a menudo, siento
la vital necesidad de volver a nacer para darme la oportunidad de hacer ciertas
modificaciones.
Enumero, cuento y
los números me llevan incansables al infinito.
No hay
medida, no hay final en esta inmensidad donde también hay un lugar para el
miedo, para el dolor, la desazón.
Y a mi alcance, la única medida de la que puedo tener conciencia, el
diámetro del círculo que me nombra, que me envuelve y me protege; esa vocal
difusa. Ese yo que me dibuja y desdibuja, a la sombra, en la fantasía de un
pensamiento.
"O"
Hola Olga, difícil y complicada tarea la de conciliarse con al realidad, tantas veces hostil.
ResponderEliminarUna buena reflexión para acompañar la O difusa.
Besos
Opino como Abilio, es una buena reflexión para acompar O difuisa.
ResponderEliminarUn fuerte abrazp
Pero es que las cosas a veces nos sobrepasan, se escapan de nosotros mismos, de nuestros sentidos y hasta de la realidad que creemos controlar...y al final es nuestro propio yo el que no tenemos que dejar que se desdibuje, es cuanto nos queda...
ResponderEliminarUna imagen llena de tu creatividad...
Excelente cuanto expones, perfectamente complementado con esta fotografía llena de imaginación y creatividad.
ResponderEliminarEnhorabuena Olga por este...reflexivo trabajo!
Un abrazo.
Ramón